
Sálvame y su repugnante falta de ética periodística al informar de la muerte de Fran Álvarez
Decía el recientemente fallecido David Gistau, maestro de periodistas, que el límite al informar de la muerte de alguien es el dolor de su pareja o familia. Con el cinismo habitual del programa, ayer se informaba de que la familia había solicitado que el entierro fuera «en la más estricta intimidad» por lo que decidieron grabarlo todo con sus cámaras.