Thomas Markle parece querer volver a la palestra. Ahora le ha pedido ayuda al arzobispo de Canterbury para que solucione su relación con su hija. El padre de Meghan podría solicitar un permiso legal para ver a su nieto cuando nazca. De hecho, ya está planeando un viaje a Londres para cuando su hija regrese del Pacífico Sur.
Thomas Markle tiene claro que su modo de vida puede ser eterno. De hecho, ha vuelto a dar una exclusiva hablando de su hija Meghan. "No espero ni verla, ni que me diga nada y me parece bien. Solo dije cosas que quería decir. Solo quería restablecer mi relación con mi hija. Ahora quiero irme de vacaciones y relajarme. Quiero desearle buena suerte y que Dios bendiga a mi hija".
Thomas Markle sigue dando entrevistas para intentar conseguir algo de atención pública. La última, concedida a The Daily Mail, no deja de sorprendernos. Comienza indicando que "tengo suerte de seguir vivo. Rara vez, los hombres de mi familia viven más de 80 años así que me sorprendería si viviera más de 10 años a partir de ahora. Podría morirme mañana. Tampoco sería algo triste. Soy budista cuando pienso sobre la muerte. Quizá, sería más fácil para Meghan si me muriera. Todo el mundo parece ser simpático con ella. Espero que nos reconciliemos. Odiaría morirme sin haber hablado con ella de nuevo".
Thomas Markle sigue insistiendo. Una vez más ha optado por hacer una entrevista cobrando con el único objetivo de que su hija contacte con él. Él parece tener claro que hay que llamar la atención, o al menos cierto reconocimiento, de la familia real y no piensa callarse hasta que lo consiga. En una nueva entrevista concedida a TMZ indica que la última entrevista que ha hecho la hizo cobrando para "no meterme en sus vidas".
Thomas Markle parece haber encontrado un filón más que interesante para seguir disfrutando de su tren de vida. El Daily Mail publica que "según fuentes fiables, Markle lleva sin hablar unos 12 días desde su última entrevista".