
Sofía Suescun y Kiko Jiménez anuncian su boda en la portada de Lecturas y comentan cómo se lleva Gloria Camila con Ana María Aldón. De su relación indican que «Estamos mejor que nunca. Somos tan felices que le he propuesto que nos casemos en una ceremonia por algún rito especial en un lugar paradisíaco.En la playa, solos. No somos de papeleos».
Sofía Suescun fue ayer a Sábado Deluxe a cobrar y a hacer el ridículo a base de bien. Además, confirmó que ya no es absolutamente nadie en la televisión. Como bien le indicase Gema López, la que ganó los realities era dulce, guapa y tenía la vida por delante. La de ayer era una amargada que atacaba a todo lo que se movía porque está confinada en MHYV y casi a punto de ser enviada a la picadora de Telecinco para desaparecer para siempre.
GH VIP sacaba ayer a pasear el machismo más rancio contra Estela Grande. La noche fue de vergüenza ajena. El concepto a desarrollar es el siguiente. Una chica joven y casada entra en una casa en la que conoce a un guaperas con más kilómetros que la Renfe. Ella se hace amiga de él, a él lo expulsa la audiencia y se encarga de sembrar la sombra de la duda.
Kiko Jiménez y Sofía Suescun decidían ayer televisar su ruptura en MHYV. Sin vergüenza alguna, lavaron sus trapos sucios demostrando su amor por el dinero. Tras el petardazo de Jiménez, al que pillaron con las manos en la masa hablando de Estela, el día antes; ayer fue Suescun la que comentaba la jugada.
Sofía Suescun terminó confirmando ayer el asqueroso montaje que perpetró con Kiko Jiménez con unas declaraciones a la altura de estos personajes. Tras mostrarse un vídeo bajo el título La decisión de Sofía en el que se le podía ver mostrando sus habilidades para la danza clásica, aunque más habilidad tiene para depilarse la zona aledaña a su bisectriz según se pudo comprobar, Socría, como le llaman en Twitter, se sentaba para decir lo de siempre.
Se acabó el cuento. A Kiko Jiménez se le cayó la asquerosa máscara que había utilizado para tomarle el pelo a Estela y al resto del personal. Fue tan repugnante su actitud que cuando Estela entró a despedirse de él en la sala de expulsión le trató como si del cartero se tratara con un adiós que sonó a frialdad total.