Kate Major no tuvo más remedio, ayer por la tarde, de usar Twitter para hacer una llamada a todo el que leyera su mensaje. Encerrada en una habitación y con Michael Lohan amenazándole de muerte la situación se tornó en insostenible. Michael Lohan les dijo a los agentes de la policía justo lo contrario.
Michael Lohan siempre ha sido tachado de oportunista por la prensa internacional. Cada vez que a su hija Lindsay le sucedía algo él estaba ahí para intentar sacar partido económico de la situación. En esta ocasión no observamos ese interés monetario y sí un intento de salvar a su hija de las garras de las drogas.
Lindsay Lohan sigue vagando por los pasillos de la Betty Ford donde intenta salir del problema de adicción que padece y que nunca ha reconocido. Mientras tanto sus padres deberían estar ya preparados para asistir a la terapia familiar que suelen organizar en la clínica pero todo parece indicar que tras el paso de ambos por el programa The test tenemos nuevo escándalo.
Está más que claro que Lindsay Lohan o bien no quiere salir del pozo en el que está o bien no le dejan salir. Como decía la canción Pedro Navajas, "cuando naces pa martillo del cielo te caen los clavos". Michael Lohan, el padre de Lindsay, acaba de "descubrir" por qué la actriz no tiene problemas para pagar sus facturas.