
Adara, en su tercera entrevista pagada para contar su dolor por la marcha de Gianmarco, hizo un nuevo ejercicio de cinismo y de vergüenza ajena. Jamás se ha visto a un personaje tan endeble que sea tan incapaz de mantener el tipo en cuanto no se enfrenta a las que siguen pensando que es una especie de regalo del cielo.
El cinismo de Adara Molinero nos sigue sorprendiendo cada vez que abre la boca. De momento, ya ha hecho caja a costa de su tremendo dolor por su ruptura. Si el otro día indicaba que «no es justo que me pongan de infiel» (parece haber olvidado lo que hizo en la casa de GH VIP), ahora contraataca dando detalles, previo pago de la revista Lecturas, sobre lo sucedido.
Gianmarco y Adara han dado por rota su relación tras meses de un paripé que no se creían ni ellos. Lo más curioso del caso es que en Telecinco siguen defendiendo a una señora que se comió la boca con un señor delante de toda España y que sigue masacrando al padre de su hijo por tener una relación con Ivana, una chica que le gana en madurez y en saber estar.
Adara Molinero ha apostado por romper, en Internet, toda relación con su padre. Al parecer, no le gusta nada que le digan las cosas a la cara. Por todos es sabido que Jesús Molinero se ha encargado de defender al padre de su nieto, Hugo Sierra, y de no tener nada claro que lo de su hija con Gianmarco sea algo duradero.
Lo anunciaba la propia Adara, versión calmada, y todo es muy cuqui y muy bonito. Van dos exclusivas en una semana. La pareja funciona. La personalidad A de Adara nos muestra un mundo de color en el que la pareja hará su primer polígrafo por separado para confirmar el inmenso amor que tienen el uno por el otro.
Adara y Gianmarco son los protagonistas de la portada de Lecturas. Así confirman que tras tanta tontería ha llegado el momento de trincar por no decir nada. La repugnante vaciedad de ambos personajes se confirma en un reportaje fotográfico en el que el compañero ha hecho todo lo posible por sacarles favorecidos.