
Se acabó lo que se daba. Kiko Matamoros volvía ayer de vacaciones para comentar en voz alta lo que piensa toda España. La imposición del pensamiento único por parte de Carlota Corredera, el feminismo unipersonal, el despotismo y el acusar con el dedo a quien no comulgara con su opinión ha provocado que el personal prefiera una telenovela turca a ver el programa.
Saray Montoya ha seguido comentando su agresión e incluso lo que dijeron el abogado de sus presuntos agresores y sus familiares políticos.