
Rocío Flores ha comentado que vive en un infierno diario, algo que se agrava tras comprobar que su madre no ha ido al juicio pendiente con su padre. Carrasco indicó que no le constaba que el juicio era en la fecha señalada a pesar de que muchos medios publicaron todos los detalles de la vista judicial.
Ni camiones, ni contenedores, ni vestidos ya conocidos, ni absolutamente nada justifica que Rocío Carrasco llame por teléfono a su hijo para felicitarle. Un año más ha vuelto a suceder lo que confirma que el documental no fue la catarsis que se esperaba y que nada ha cambiado entre las partes de un conflicto que se alarga demasiado en el tiempo.
Rocío Flores tenía claro que no iba a permitir que se defendiera a su madre a costa de ser masacrada. El 21 de octubre comienza el juicio. Pocos recuerdan ya cómo para confirmar la versión de la señora Carrasco y alardeando de feminismo se atacaba a una mujer, Rocío Flores, a la que no se le ha permitido dar su versión de los hechos.
Ni Geles, ni 12 meses doce causas, ni Corredera, ni quien quiera que los pariera. En Telecinco solo se puede defender a una mujer mientras se masacra a su hija. Parece mentira que se cuelguen el moño morado del feminismo para considerar maltratada a Carrasco, que conste que no ponemos en duda su testimonio, y no tanto a otras entre las que se incluye la hija de la antedicha.