Raquel Morillas confiesa su adicción al juego en el Deluxe

Raquel Morillas confiesa su adicción al juego en el Deluxe

Escrito por: Elisa    4 enero 2014     2 minutos

La que fuera participante de Gran Hermano 3 acudía a Sálvame Deluxe para confesar sus problemas con el juego. Raquel Morillas aseguraba que era adicta y que antes de ir al reality ya notó su gran dependencia de este por lo que se alegró de estar encerrada para intentar vencerla. Sin embargo, aquello fue a más y la madrileña aseguraba haber perdido unos 100.000 euros -que en dos meses se había gastado 12.000 euros que tenía ahorrados.

«Lo dejé hace un año y medio. No he seguido ningún tratamiento porque sé cuál es mi problema», contaba en el espacio de Telecinco. Explicaba que está inscrita en la oficina de ludopatía de Cataluña y con eso le prohíben la entrada a sitios de juego de esta Comunidad Autónoma. Sin embargo, sí confesaba haber jugado al bingo en Madrid, si bien matizaba que esto lo puede controlar porque su perdición es la ruleta.

«No reconozco en lo que cuentas la ludopatía», le decía Kiko Matamoros que aseguraba haber estado muy cerca de esta enfermedad. Además opinaba que los conocimientos de Raquel sobre ruleta no coinciden con una persona que tiene una adicción que puede con su fuerza de voluntad. Este comentaba que no quería desvelar su situación económica, pero que eso era lo que le empujaba a estar allí, algo que ella negaba diciendo que su economía es buena porque tiene un trabajo desde hace dos años.

«He llegado a pedir dinero porque no tenía para jugar», contaba, pero también explicaba que había saldado sus deudas con todo el mundo. Relataba que después del accidente, se dio cuenta de que en el bingo desconectaba y de que allí cada uno iba a lo suyo y podía estar en paz. Sin embargo, cuando en el salón pusieron una ruleta fue cuando el tema comenzó a descontrolarse. A Chelo García Cortés le extrañaba que Noemí Ungría nunca le hubiera comentado que Raquel tuviera este problema, a lo que ella contestaba que la periodista no sabía nada de su vida. Finalmente explicaba que su familia no fue consciente de lo que pasaba.

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