Karmele Marchante condenada por insultar a Carmen Sevilla

Karmele Marchante condenada por insultar a Carmen Sevilla

Escrito por: Elisa    12 marzo 2009     2 minutos

El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid en julio de 2004 que condenó a la periodista del corazón Karmele Marchante a indemnizar con 6. 000 euros a Carmen Sevilla por intromisión ilegítima en su honor, al haberse referido a la artista como de «las más descerebradas del solar patrio» en un artículo donde también la vinculaba con presuntas irregularidades en la asociación ANDE, que la actriz apadrinaba.

La sentencia señala que el contenido del artículo, «se halla muy lejos de la función de la prensa en una sociedad libre y de la libertad de expresión, que repudia, como la sociedad misma, la denigración de personas». La Audiencia de Madrid, que confirmó una resolución anteriormente dictada por el juez de Primera Instancia número 43 de Madrid, detalla que la presentadora de Cine de Barrio deberá aplicar la indemnización «a la finalidad de beneficencia anunciada en su demanda».

La resolución del Supremo rebate punto por punto los motivos del recurso de casación interpuesto por Marchante, cuyo tono tacha además de impropio e impertinente. Recrimina a Karmele que aluda a «quienes actúan de tal curiosa manera» para referirse a quienes obtienen beneficios económicos en ciertos programas televisivos. Recuerda que la participación lucrativa en estos programas, no es relevante desde la perspectiva de la existencia de intromisión ilegítima.

Sobre el artículo de Marchante en particular, el Supremo dice que «no tiene la más mínima justificación, ni explicación, enredar sin fundamento alguno a las personas que colaboran con asociaciones benéficas en las posibles torpezas o conductas ilícitas de algunos de los gestores». Tampoco se justifican los ataques a la artista por su proyección pública ya que, «si por tal condición tienen que soportar ciertos niveles de crítica y censura, en modo alguno cabe calificarle de ‘descerebrada’ ni involucrarle en actividades ilícitas, de las que ni siquiera tenía conocimiento».

Vía | ABC