Jorge Javier Vázquez, de antifascista de salón a socialisto según la Audiencia Nacional

Jorge Javier Vázquez, de antifascista de salón a socialisto según la Audiencia Nacional

Escrito por: dlopez    14 agosto 2020     2 minutos

Es ya habitual que antifascistas de salón, como el Gran Wyoming o Bardem, no paguen como el resto de los españoles a Hacienda. En esa lista faltaba Vázquez.

Es ya habitual que antifascistas de salón, como el Gran Wyoming o Bardem, no paguen como el resto de los españoles a Hacienda. En esa lista faltaba Vázquez. El rojo y maricón, según sus propias palabras, montó una sociedad, Jorge Javier Vázquez SL, para pagar el 25 % de impuestos en lugar del 50 % de la fortuna que gana por ir a merendar, a gritar o a masacrar al que no comulgue con sus ideas en la cadena propiedad de Berlusconi (conocido por su comunismo).

Pues bien, presentó un recurso por si acaso el juez era también rojo y colaba, pero no ha sido así. Se ha confirmado que la creación de la sociedad antedicha le evitó el pago de unos 800 000 euros de impuestos.

La Ultima Cena

El que está en un yate, no va en metro y es un clasista de mil pares de narices entra así en la lista de socialistos que pueden decir aquello de que les están persiguiendo y que paguen impuestos los idiotas que ven nuestros programas, que para eso tenemos una mansión que mantener.

Han ido cayendo como moscas y a Vázquez se las han dado todas juntas. Entre otras cosas, porque ha defendido muchísimo eso del estado del bienestar y las ayudas sociales para todo el mundo menos para los españoles (que somos los que cotizamos).

¿Y ahora qué? ¿Nos tendremos que tragar otro sermón de que va a cumplir con sus obligaciones como cualquier ciudadano? ¿Y si no le hubieran pillado? Su credibilidad está tan destrozada como su profesionalidad. A partir de septiembre a actuar un día a la semana en ciudades gobernadas por socialistas que hay que agradecerle la propaganda. Cuando termine la gira, a ver quién se traga lo que este defraudador pueda decir sobre cualquier persona. El ventilador se ha dado la vuelta. Se acabaron los privilegios.

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