Edmundo Arrocet: «a Teresa la quiero mucho, me gustaría hablar con ella»

El hedor a montaje es ya insoportable. Las declaraciones de la abuelita de las mañanas como una adolescente contrastan con las de un Arrocet ¿enamorado? A la pulverización del prestigio profesional de María Teresa Campos a cambio de miles de euros llega ahora la confirmación de que esto ha sido una especie de pelea de enamorados a pesar de que ambos tengan más años encima que la baranda del río.

A las vergonzosas declaraciones de Doña Teresa se le añaden ahora las de un Arrocet que sigue viviendo una segunda juventud si es que alguna vez se le acabó la primera.

Esa especie de reportero dicharachero llamado Kike Calleja, que lo mismo entrevista a Bigote que se va a Barajas a ver qué sucede con el avión de Air Canada, se coloca en la puerta de la casa de Edmundo que, lógicamente, sale para dar la cara e ir cebando su posible regreso a televisión.

En este sentido, sigue afirmando que no se sentará nunca en un plató para hablar lo que, de confirmarse, le honra. En lo que respecta a hablar con su exnovia indicaba que «Por supuesto, yo la quiero mucho, son seis años».

Ya son muchas migas de pan en el camino como para ignorar que ambos hablarán y comentarán su reconciliación. El hambre da muchas cornadas y mantener un nivel de vida es mucho más complicado que trabajar por 600 euros y comer mortadela. Pero es lo que hay. El tiempo confirmará si todo esto llega, o no, al puerto que ellos desean y si todo va por el camino que ha de ir para conseguir una reconciliación que, todo sea dicho, cada vez le importa menos al personal.

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