El delirante documental de Anabel Pantoja provoca un aluvión de críticas

Anabel Pantoja protagonizaba ayer un delirante documental en el que los participantes jaleaban a la antedicha como si fuera la reencarnación de Hipatia. Aquello parecía más una fiesta de señoritos en las que se jaleaba al cantaor más borracho para que siguiera cantando hasta reventar.

Uno de los expertos colaboradores indicaba que Anabel «es un fenómeno desatado de la naturaleza y esa es su grandeza». Agárrame el cubata que la próxima burrada que diga será todavía mayor.

Tras gastarse 40 000 euros en cambiar de imagen, todo parece indicar que Anabel ganaría unos 25 000 euros al mes.Lo que no se explica es qué marcas han confiado en ella, aparte de la que promociona, y por qué alguien iba a pagarle a una chica que se convierte en una energúmena cada dos por tres.

Como bien le dijo Rafa Mora, esta chica sin su familia no sería nada. Kiko Hernández le indicaba que no se le subiera a la cabeza porque la estaba viendo demasiado estrella últimamente. Y lo dice alguien que protagoniza otro documental donde se airean toda sus vergüenzas y que jamás veremos en Telecinco.

En fin, mientras que haya una chica que se crea estrella por un día todo irá bien. Lo malo es cuando caiga en el contenedor de los juguetes rotos y cuando no pueda vender ni una escoba. De momento, se ha enganchado a la teta de la vaca y ahí permanecerá hasta que quede una gota de leche. Ya veremos cuánto tiempo tarda la molturadora en convertirla en carne picada.

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