Belén Esteban comenta la vida de Jesulín

Belén Esteban comenta la vida de Jesulín

Escrito por: dlopez    23 diciembre 2011     2 minutos

Belén Esteban comenta la vida de Jesulín. La joven narra los tristes momentos que vivió junto al torero.

Belén Esteban parece haber tomado impulso en esta recta final de año.A pesar de que insiste, una y otra vez, en que no quiere hablar, parece que en Sálvame tienen claro que si no habla de eso no tiene interés alguno el personaje.

La joven vino a comentar, casi punto por punto, el programa «El ocaso de Ambiciones«. Su claridad meridiana y su forma de expresarse fueron lo suficientemente elocuentes como para entender todo lo que vivió junto al torero.

Su defensa comenzó de esta forma, «Jesulín en la vida se ha creído que era Dios, se lo han creído los de alrededor pero todo lo que ha conseguido el padre de mi hija lo ha conseguido con mucho sudor y muchísimas lágrimas».

«Cuando él empezó a torear, Carmen Bazán vendía ropa, casa por casa y Humberto Janeiro tuvo que empeñar todas las escopetas que tenía para que su hijo toreara, ¿que luego se le subió a la cabeza?, no digo lo contrario, pero esa familia apoyaba a su hijo, lo que pasa que la avaricia, vicia y al final se les ha roto el saco a todos y cada uno ahora en la vida tiene lo que se merece».

«Cuando yo me quedé embarazada Jesús no dejó de torear por Belén Esteban, lo hizo porque estaba harto de todo lo que le rodeaba, estaba harto de torear en plazas, reventado y de que no cortara una oreja o un rabo y le formasen un pollo en su casa, su padre y su apoderado».

Extraño el comentario sobre la Campanario, «lo mejor que ha hecho María José Campanario ha sido quitar a todos los del alrededor porque Jesús ha sido un desgraciado por culpa de su familia y solo ha tenido narices cuando se casó con ella».

Su alegato terminó con un «Yo dormía con el padre de mi hija en la cama y a mi me tocó cuando yo lo quise y no después de dos horas», aclaraba, «Jesús me respetó hasta que yo lo decidí porque yo no me acosté con él el primer día que le conocí, ni el segundo, ni el tercero, ni el cuarto». Esperamos vuestras opiniones al respecto.

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