Britney Spears y Sam Lufti llevaban siete años de litigio para dilucidar si la cantante le tenía que pagar, o no, al antedicho la cantidad que presuntamente le adeudaba. Tras un paso por el juzgado que no ha aclarado nada, la cantante ha terminado pagando y por ende reconociendo su deuda.
Britney Spears se encuentra en medio de una batalla legal contra su exmanager Sam Lutfi y eso ha hecho que salgan a la luz detalles sobre su tutela. La artista paga 130.000 dólares al año a su padre, Jamie Spears, además del alquiler de una oficina ya que este ejerce de curador, es decir, es la persona designada por resolución judicial para complementar la capacidad de determinadas personas que la tienen limitada según define la RAE.
Sam Lufti lo ha sido todo y ahora no deja de ser el exempleado de Britney Spears que intentó ganar dinero a su costa y jamás lo consiguió. Como ya sabéis, el citado demandó a los padres de la cantante por haberla arruinado y por haber permitido que consumiera drogas habitualmente.
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