Kiko Rivera narra el dolor que sintió durante la Primera Comunión de su hija
Kiko Rivera vivió la Primera Comunión de su hija el pasado fin de semana y ha comentado que se siente roto por dentro tras tantas ausencias.
«He perdido el control. Y no me da vergüenza decirlo. Estas últimas semanas han sido un torbellino… Demasiados cambios, demasiadas exigencias, demasiadas cosas ocurriendo al mismo tiempo. Y aunque intento ser fuerte, positivo, y tirar siempre hacia adelante… hay momentos en los que simplemente no puedo más» decía en sus redes sociales.
«Creo que he ido con el pie demasiado pisado al acelerador, sin darme cuenta de que el cuerpo y la mente también necesitan frenar. Respirar. Escuchar lo que realmente está pasando dentro de mí. Porque no soy una máquina. soy humano… y me estoy desbordando» añadía.
Dieta, entrenamiento diario, dejar de fumar, cambios en mi entorno, nuevas responsabilidades, presión interna, presión externa… TODO JUNTO. Para una persona como yo, con mi manera de ser, con mis luchas internas, es una bomba de relojería. Y siento que ya explotó. No estoy escribiendo esto para que nadie me compadezca. Lo escribo porque necesito soltarlo. Porque quiero ser real, no una fachada sonriente que aparenta tenerlo todo bajo control cuando por dentro se está cayendo a pedazos».
«Esto no es un adiós. No es un «lo dejo todo». Simplemente, necesito parar un momento. Darme ese permiso que tantas veces le damos a los demás pero no a nosotros mismos: el permiso de descansar, de descomprimir, de respirar profundo, de resetear. Ayer fue un día muy duro emocionalmente. No voy a entrar en detalles, pero algo dentro de mí se rompió un poco. Quizás eso tenga algo que ver con cómo me siento hoy. O quizás simplemente mi mente ya estaba al límite y ese fue el empujón final. Incluso me fumé un par de cigarrillos. No fue solo el tabaco, fue el conjunto. Todo me superó».
«Sea como sea, necesito cuidarme, pero de verdad. No solo con rutinas, planes y hábitos perfectos, sino también con empatía hacia mí mismo. Porque ser disciplinado está bien, pero ser comprensivo con uno mismo es igual de importante. Gracias a quienes están, a quienes entienden, y a quienes simplemente respetan este momento. Volveré, con más fuerza y con más equilibrio. Pero hoy… solo necesitaba ser honesto. Conmigo. Y con vosotros». Mucha suerte en su nueva etapa para Kiko.
Comentarios cerrados