Las Campos dan el petardazo en Miami

Las Campos dan el petardazo en Miami

Escrito por: dlopez    13 enero 2018     2 minutos

Un nuevo episodio de Las Campos nos confirmaba que el esnobismo va de la mano de la vergüenza ajena a pesar de los pesares.

Un nuevo episodio de Las Campos nos confirmaba que el esnobismo va de la mano de la vergüenza ajena a pesar de los pesares. Nos llama poderosamente la atención cómo María Teresa sigue siendo la única que mantiene la educación y los modales en sus apariciones en el programa. Es cierto, no duda en alardear de que se gasta una fortuna en los regalos que hace, pero al menos no pega el petardazo que dieron sus hijas.

Y es que el espectador no sabe si está viendo a dos pijas venidas a muchísimo menos o es que se le está rindiendo un merecido homenaje al eterno Paco Martínez Soria. Lo que no nos parece de recibo es que las hermanas vayan por la playa de Miami mirando los esculturales cuerpos del personal, que monten el numerito para subirse a una moto acuática y que terminen haciendo ejercicio con un señor que pasaba por allí. Lo peor es que Terelu tuviera el morro de decirle a un compañero de la prensa gráfica que dejara de trabajar.

lascamposmiami

Antes habían pasado por el restaurante del gran José Andrés y Terelu había confirmado que lo que le gusta es el mondongo (que diría Pepe el del chiringuito). Tras semejante aparición, con gigoló de barriada incluido, la cosa fue subiendo de nivel siendo la inauguración de una exposición y la visita a un cirujano los puntos más álgidos del episodio.

Lo de la visita a la tienda Kardashian fue para llorar. Lo que no entendemos es cómo Terelu, tan fina ella cuando quiere, permite que el formato se burle de semejante manera de su persona. Menos mal que nos queda María Teresa para darle una pincelada kitsch a un reality que podría tener como próxima parada la ciudad de Tokio. Esperamos vuestros comentarios al respecto del episodio emitido ayer.

Vía | Telecinco

un comentario

  1. Abril dice:

    Que decirte Terelu tan indeseable como siempre, llamando choni a la gente de la exposición, increpando a un fotógrafo, ella tan indeseable como siempre