El callejón sin salida de Daniel Sancho
Piensa Daniel Sancho que en Tailandia ocurre lo mismo que en España y que se puede cambiar de opinión ante el juez sin problemas. Pero no es así. Sirva como ejemplo el caso de Marta del Castillo del que tenemos decenas de versiones y todas falsas. Lo malo es que Daniel, ahora que ha comprobado que la pena de muerte es más que una probabilidad, ha apostado por dar marcha atrás.
La acusación tiene clara sus insistencia en el hotel. Nadie sabe por qué busca otra habitación y tampoco por qué cuando se le detiene lo reconoce todo, incluyendo la premeditación, habla en inglés y no solicita ni abogado, ni traductor. Es más, hasta que García Montes no fue a Tailandia, Daniel tenía un abogado al que despidió y que ahora el fiscal quiere entrevistar para conocer qué piensa exactamente de lo ocurrido.
De librarse de la pena de muerte le esperan 40 años de cárcel aproximadamente en Tailandia. Ya se ha aclarado que no se va a negociar que el acusado cumpla su condena en España. El clavo ardiendo que tiene Daniel es alegar que se sentía coaccionado por Edwin Arrieta y que este le habría amenazado con hacerle daño a su familia. Si tiene pruebas para demostrar semejantes declaraciones, todo podría cambiar. En caso contrario, le espera la cárcel o una condena todavía peor. Así, el joven está en un callejón sin salida en el que tire para donde tire no se va a encontrar con lo que busca.
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