Álvaro recibe una merecida expulsión disciplinaria tras sus comentarios en Gran Hermano 17

Álvaro recibe una merecida expulsión disciplinaria tras sus comentarios en Gran Hermano 17

Escrito por: Elisa    23 septiembre 2016     2 minutos

Álvaro recibía una merecida expulsión disciplinaria tras sus comentarios en Gran Hermano 17. El concursante alucinaba cuando el súper le explicaba en el confesionario lo que había sucedido y le comentaba que debía abandonar el programa como en otros casos similares sin despedirse de sus compañeros.

Tal era la magnitud de sus palabras que su propia madre aseguraba no reconocerlo. El sevillano se despachó con comentarios machistas, homófobos e hizo apología del maltrato animal. No parecía que en la casa sus compañeros lo consideraran algo grave, excepto en el caso de Clara que le censuró algunos comportamientos y palabras con respecto a los animales. Pero tocó una enfermedad y entonces, algunos, como Pol, supieron que había sobrepasado el límite establecido.

Está claro que podría haber salido de la casa cualquier otro día, como pasó con otros expulsados de forma disciplinar, pero a esta edición de «Gran Hermano» no le sobran los espectadores y la decisión con respecto a Álvaro era una gran baza para atraerlos.

El sevillano llegaba al plató intentando justificar sus palabras y ante el aluvión de noticias y comentarios sobre él se daba cuenta de la magnitud de sus comentarios. Lo achacaba todo a su humor y consideraba que las repugnantes escenas que narraba eran bromas. “Tengo mi conciencia muy tranquila y para nada quiero hacer daño a nadie. Siento lo que ha pasado”, decía y explicaba que nunca había hecho daño a un ser humano o a un animal.

Jorge Javier Vázquez le aconsejaba que no se enfrentase al público, que en plató le abucheaba, porque le quedaba mucho camino por recorrer y para concluir su intervención pedía ese perdón que ahora está de moda, ese que se formula en condicional, «pido perdón si he ofendido a alguien».

Las disculpas deberían llegar simplemente por ser consciente de la gravedad de lo que ha dicho ante unas cámaras que graban las 24 horas -algo que probablemente hacía en privado un día sí y otro también viendo la «naturalidad» con la que se ha despachado en Guadalix. Tras acabar la entrevista, el presentador agradecía a la productora la expulsión con la que estaba totalmente de acuerdo.

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