Britney Spears ha ganado aproximadamente 15 millones de dólares con el contrato de su libro, pero su futuro exmarido, Sam Asghari, no podrá tocar ni un centavo. La princesa del pop, que confesó que estaba “un poco sorprendida” por su separación, publicará sus memorias The Woman in Me el 24 de octubre.
Tras el anuncio de su divorcio, nadie duda de que la pareja vivió un infierno en sus últimos meses. El cuento de hadas se convirtió en una pesadilla. La cantante ha cortado toda relación posible con su todavía marido, no le dará la custodia de sus perros y tampoco quiere saber nada si no es con un abogado de por medio.
Britney Spears la lía en un restaurante y Sam Asghari, su marido, tuvo que reaccionar de forma inmediata para evitar males mayores. Las personas que supuestamente presenciaron el incidente en Joey en Woodland Hills, California, comentaron que el icono del pop, de 41 años, estaba fuera de sí y comenzó a decir tonterías.
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