Paco Marsó, un hombre nuevo junto a Diosi y su hija Gabriela

Paco Marsó, un hombre nuevo junto a Diosi y su hija Gabriela

Escrito por: Elisa    2 enero 2010     2 minutos

Hace unos meses, Paco Marsó protagonizaba la portada de Lecturas con su hija Gabriela, fruto de su relación con la cubana Diosi. La niña nació en La Habana y la intención de la madre de 30 años era trasladarse a Madrid para criar al bebé en España junto al ex de Concha Velasco. Ayer, el primer día del año acudía a DEC para hablar de su nueva vida junto a esta joven mujer y su niña, que ya se encuentran en nuestro país con él.

Gabriela es el cuarto hijo de Marsó, de 62 años, que tiene tres hijos más: Diana, fruto de su relación con la alemana Brigitte Romhild; y Paco y Manuel, con Concha Velasco. El productor teatral se enfrentaba a los periodistas de DEC con aires renovados y mucho más relajado de lo que le hemos visto tras su separación de la actriz.

Ahora ambos se encuentran en dos momentos muy distintos de su vida: Concha Velasco, anunciaba hace unos meses su retirada con setenta años, y su ex disfruta de una segunda juventud junto a su joven pareja y a su bebé. Ya advertía, la actriz cuando acudía a DEC que no tenía intención de conocer a Gabriela, ni a su madre, pero Marsó piensa que si se viera en la situación Concha cedería. Lo que si ha confirmado el entrevistado es que sus hijos han ido a conocer a su pequeña hermanas, algo que le emocionó profundamente.

En el programa también ha estado Diosi, muy guapa y elegante, además de totalmente recuperada del parto, que ha demostrado ser una mujer discreta e inteligente. Ambos llevan una relación de cuatro años y medio y a la joven le interesaba dejar claro que ella no fue el detonante de la ruptura entre Marsó y Velasco e incluso, explicaba que entiende perfectamente a Concha. Diosi cree que ella sigue aún enamorada de su ex marido. Y es que la cubana parece que ha llevado a Marsó por el buen camino que ya ha dejado de jugar tanto, aunque él asegure que nunca fue tan exagerado como se dijo. Bueno, que se lo pregunten a Concha Velasco.

Fuente | DEC