Bárbara Rey repasa su vida en ¡Qué tiempo tan feliz!

Bárbara Rey acudió ayer al programa de María Teresa Campos, ¡Qué tiempo tan feliz!, tanto para analizar su vida como para firmar las paces con la presentadora tras la batalla judicial mantenida por unas acusaciones que hicieran, en 2005, madre e hija en sus programas sobre uno de los ingresos de la artista.

Ayer todo fue paz y amor lo que nos alegra. Comenzó la actriz recordando los tiempos en los que su padre la apoyaba para comenzar en el artisteo, «Siempre fue un hombre respetuoso y prudente, un ser extraordinario que no le gustaba demasiado lo que hacía pero no me lo decía”. Y es que por esa época lo de ser vedette no estaba muy bien visto».

Sobre aquellos que opinan que no ha trabajado nunca comentó que » Todas las funciones de teatro, la comedia y la radio además de nueve años en el circo y todavía me gustaría seguir trabajando». Su recuerdo a la inolvidable Florinda Chico fue muy emotivo.

“Era un bellezón, tenía un cuerpazo auque ella misma reconocía que era propensa a coger peso. Era una actriz sexy y maravillosa.Hacíamos funciones divertidísimas y tragábamos mucho humo porque todo el mundo fumaba”.

«Yo me he cuidado siempre mucho tanto dentro como fuera de los camerinos.Cuando hacíamos café teatro, la única que podía salir al escenario con un ‘short’ y una camiseta corta enseñando el vientre después de haber dado a luz era Rosa Valenti».

Con una anécdota vivida sobre el escenario se concluía una simpática entrevista, «Yo ya me estaba haciendo pis y con la broma se me escapó, Pedro que hacía de hombre cateto me dijo -hay que ver moza con lo que está cayendo y lo que va a caer- en ese momento le dejé sólo en el escenario con el charco, me fui detrás del escenario y me sequé con las cortinas».

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