Rocío Carrasco, su regreso a Sálvame queda en agua de borrajas

Rocío Carrasco volvía de vacaciones, tras haber ido a Sálvame dos días, para ofrecer una entrevista que quedó en agua de borrajas. Organizado el besamanos por la dueña de la pista, con todos los colaboradores firmes y en silencio, se confirmó que ni la chaqueta rosa, ni la pose, ni nada convence a nadie.

A los 10 minutos de comenzar su alocución había en Twitter 33 000 mensajes pidiéndole respeto por lo que su madre escribiera en esas notas. Ella mismo dijo que «A ver, existen unos escritos que yo no sé por qué se le ha llamado diario. Son de ella con reflexiones sobre su vida, eso es lo que existe. No es un diario, son opiniones, anotaciones, vivencias, reflexiones escritas de mi madre».

«A su hermana, a su hermano (nota del editor: sus tíos), a sus cuñados y al que era su marido (nota del editor: su padrastro), no les hace falta saber lo que pone ahí, porque lo han vivido. A ellos no les hace falta saber, ver ni leer ni tener, porque lo que ponga o no ponga lo han vivido ellos» aclaraba.

Del próximo documental indicaba que «En el nombre de Rocío no es una docuserie que se vaya a hacer ni se está haciendo desde el rencor, desde el resentimiento, la venganza o la maldad. No me han educado en la maldad, en la venganza».

A renglón seguido declaró que «No sé si tanto sobre mi madre o sobre cosas que le afectaban a mi madre, empezando por mí y sobre mí, han mentido todos. Todos han mentido: sus hermanos, su cuñado… Rosa ha sido más… ha tenido sus cosas, ha sido más cascarón de huevo, como cuando los niños juegan y nunca la lleva. Ha sido diferente. No siendo de mi madre, conmigo ha sido diferente. En estos tiempos desde que desapareció mi madre, sí».

De si ha recibido una llamada de sus hijos, se ignora por qué no llama ella, comentaba «ni la he recibido ni la he esperado en ese momento y supongo y tengo la esperanza que en algún momento en el tiempo suceda. La vida es larga, si Dios quiere. Ahora, sigue sin ser el momento».

Viendo el panorama, no tardó en salir el término violencia vicaria en relación al repugnante caso del presunto asesinato de un niño de 2 años en Barcelona a manos de su padre. Carrasco estuvo a punto de llorar, pero no fue así.

Lo malo de todo esto es que se dan largas cambiadas y que se sigue usando a Carrasco como comodín para salvar un programa que su presentadora hundió. Pasapalabra le sacó ayer cuatro puntos. Siempre indicamos que Carrasco tiene el mismo derecho a decir lo que le apetezca que el resto de su familia. Lo que habría que ver es si ellos van a poder responder al documental o también se les va a poner en el punto de mira tildándolos de lo que le apetezca a la productora. El tiempo será quien nos aclare si el nuevo documental no termina convirtiéndose en el punto final de Sálvame.

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