La polémica biografía de Gwyneth Paltrow

Un nuevo libro, Gwyneth: The biography, ha provocado que Amy Odell, su autora, nos presente a una persona totalmente opuesta a su imagen pública.

Comenta la escritora que «lo que mejor se le da es sacar dinero de su vida íntima. Incluso vendía una vela que olía a sus partes íntimas y siempre ha hablado de cómo eran las clases para mejorar sus capacidades de felatriz. Es más, en su aparcamiento hay una señal que dice «plaza reservada para el punto G».

«Es una mujer bastante cortante y cuando empezaba había un claro contraste entre su actuación ante las cámaras y su personalidad real. En el libro se cuentan episodios diversos como uno en el que ella exigió que uno de los expertos en gastronomía con los que colaboraba le preparase el almuerzo.

«Ha tenido una vida de glamour, de lujo, y siempre ha pensado que nadie le puede llevar la contraria. Jamás se ha arrepentido por ello y su actitud es «esa soy yo, si te gusta bien y si no, adiós». Así ha tratado siempre a sus parejas, de Brad Pitt piensa que es «más idiota que un saco de mierd*». Incluso piensa que el actor tiene un gusto horrible para elegir a sus parejas. Ella siempre pensó que era más lista, con más educación y más sofisticada que Aniston».

De Chris Martin parece reconocer que «cuando comenzó su relación fue justo después de la muerte de su padre y él siempre estuvo ahí para ella. Ella vio que era el hombre perfecto para casarse y tener hijos. En cuanto se separó «lo primero que hizo fue cambiar el colchón y decir que necesitaba limpiar la energía de la casa tras tantos años con Chris». Con Brad Falchuk «se lleva bien y él está encantado de ser el marido de Gwyneth Paltrow».

Gracias a su padre, el directo Bruce Paltrow, ella consiguió el papel que le dio el Oscar a los 26 años por Shakespeare in love. Lo habitual era que la expulsaran de las academias para actores y que su intolerable actitud lo arruinase todo. Luego llegó Goop, una empresa de productos de belleza que ha sido multada con 125 000 dólares por vender huevos vaginales que prometen mejorar la salud íntima sin que esto se haya comprobado científicamente. Además, la actriz castigaba a quienes pronunciaban mal su nombre e incluso algunos empleados reclaman que no estaban bien pagados y que trabajaban demasiado. Parece que la actriz se plantea seguir o no con la empresa. Como dice la escritora, «pase lo que pase, ella siempre saldrá ganando». Seguiremos informando de un libro tan polémico como ideal para presentar alguna que otra demanda por parte de Paltrow.

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