Lucía Rivera y la falta de empatía de Eva González

Lucía Rivera comentaba recientemente que había sido maltratada por sus exparejas. Sorprende que añada ahora que Eva González no fue nada empática. En su libro Nada es lo que parece, la hija de Cayetano Rivera comenta que «Sé que al principio y a su manera, mi padre luchó por mí. Y como era de esperar, rehízo su vida con una mujer, quien, al principio, para mi disgusto, solo disimuló su desagrado hacia mí».

Al nacer su hermanastro Cayetano «Aparecí con una caja de regalos que compré en un bazar cuando fui a conocerle recién nacido. No era un gran regalo porque no tenía un duro, pero lo importante es el detalle», detalla. Parece que fue cuando mejoró un poco la relación entre ambas modelos.

«Aunque he crecido encerrada en el qué dirán, he comprendido que todos, hasta la ya exmujer de mi padre, de la que incomprensiblemente me habría gustado recibir alguna migaja de cariño, lo han hecho lo mejor que han podido», recuerda. De uno de los salvajes con los que salió recuerda que «Se presentaba en la puerta de mi casa, aparecía gritando, buscaba a hombres dentro del armario pensando que le engañaba y me gritaba hasta que le daba el móvil… Me gritaba, tenía moratones hasta en las orejas y sentía una especie de muerte dentro de mí».

Su siguiente novio fue otro cafre, «La primera vez ni siquiera la recuerdo bien porque fueron muchas, cada vez más. Siempre lo excusaba achacando a las drogas y entendí que esa era una manera normal de relacionarse, que yo sería capaz de hacerle cambiar». Al parecer, la separación de su padre y Eva ha provocado que Lucía retome su relación tanto con el torero como con su presunta nueva pareja. Que sean todos muy felices.

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