Daniel Sancho, su caso se complica

El caso de Daniel Sancho sigue teniendo diversas lagunas que nadie entiende. Ahora, todo ha dado un giro que puede ser fatal. Nadie duda que el joven fuera una «buena persona» como dice su abogada y tampoco que el fallecido le amenazara de muerte o le indicase que todo el mundo vería fotografías comprometidas generando miedo en el asesino convicto. Lo malo es que hay detalles que no terminan de cuadrar.

Si el relato de los acontecimientos es cierto, y no hay por qué dudar, Daniel empujó a Edwin y este tropezó golpeándose con la bañera. Tras una hora intentando reanimarle, ¿por qué no llama a una ambulancia y cuenta la verdad? ¿Acaso es mejor cortar a una persona en 16 trozos y repartir su cadáver por la isla? ¿Hizo todo esto en solitario? ¿Por qué compra herramientas para cortar sabiendo ya que esa persona estaba muerta y que una llamada a los médicos le podría haber exculpado?

El caso se centra ahora en encontrar al cómplice que ayudó a que Daniel descuartizara a Edwin. El kayak desde el que fue tirando los restos al mar está en la playa, por lo que no se puede considerar como prueba fiable. Mención aparte nos merece la hipocresía de los de turno defendiendo el mal estado de las cárceles en Tailandia ahora que ha entrado un español.

Las últimas noticias indican que se solicitará pena de muerte y que solo el estrambótico rey de Tailandia podría revertir la situación. De ti depende que conozcamos tu opinión sobre una situación tan dantesca.

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