Tras la subida de la semana pasada, la audiencia de la gala de Gran Hermano Revolution volvió a caer -1.276.000 espectadores y 12,2 % de cuota de pantalla. Ya parece claro que esta edición va a marcar un punto de inflexión para el programa y que la cadena se tendrá que replantear si el espacio se merece un hueco en la parrilla o no. Ayer se marchaban de la casa Carlos Lozano y Alyson Eckmann, que entraron hace 12 días, junto a Kiko Rivera que salió el jueves pasado, para revitalizarlo. Algo animaron el asunto, pero no consiguieron el milagro que esperaban sus responsables.
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