Érase una vez un secreto: Kennedy tuvo una amante becaria

Érase una vez un secreto: Kennedy tuvo una amante becaria

Escrito por: Rosa María    27 mayo 2009     2 minutos

Durante 40 años mantuvo secreto su affaire con el presidente de Estados Unidos. Pero ahora, la ex becaria Mimi Beardsley Alford, protagonista de una relación sexual de 18 meses con John Fitzgerald Kennedy, ha decidido por fin contar lo qué pasó entonces en la Casa Blanca.

Una biografía del ex jefe de Estado publicada en 2003 sacó a la luz los hechos. Mimi Beardsley tampoco había contado la historia a sus familiares o a sus hijos. Un periódico de Nueva York descubrió que la mujer se había casado, había cambiado su apellido por el de Fahnestock, se había divorciado y estaba trabajando como administradora para una iglesia presbiteriana.

Finalmente Mimi Beardsley se ha limitado a confirmar que tuvo «una relación sexual» con JKF a partir de junio de 1962. Pero su agente, Mark Reiter, acaba de anunciar a ‘The New York Times’ que la ex amante del presidente está escribiendo su propia versión de los hechos en el libro ‘Once Upon a Secret’ (Érase una vez un secreto), de próxima publicación.

«Me gustaría poder controlar toda esa historia, antes de que otros cuenten mi parte»
, dijo la ex becaria a Reiter, quien aclaró enseguida que su cliente no hablará de los detalles picantes del affaire. «No es el tipo de mujer que hable de cosas íntimas ante todo el país», aseguró. ‘Era una especie de gran chiste. Todos sabían lo que estaba pasando y hacían comentarios maliciosos’.

Gamarekian también aseguró que otras chicas «jóvenes y atractivas» gozaban de una «relación especial» con el presidente Kennedy. «Lo que me sorprendía es que estas dos o tres chicas eran grandes amigas y se reunían para cuchichear y reírse. Parecía que no había celos entre ellas. Todo era una gran y feliz fiesta».

Esto confirma que por aquel entonces el presidente John F. Kennedy no era un santo varón que estaba casado con Jackie Kennedy. Y que el sonado romance con la rubia Marilyn Monroe, no fue el único que tuvo Kennedy.

Vía | El Mundo